martes, octubre 21, 2014

DYANGO SE DESPIDE DE LOS ESCENARIOS



El cantante español Dyango anunció hoy que cantará todos sus éxitos en un único concierto que ofrecerá mañana miércoles en Managua, Nicaragua, como parte de su última gira internacional, "Gracias y adiós", con la que se despide tras cincuenta años en los escenarios.

"Voy a cantar las canciones que la gente está esperando. Las canciones tradicionales", dijo en rueda de prensa el cantante de éxitos como "Cuando quieras donde quieras", "Esa mujer", "Corazón mágico", "Hay algo en ella".

"Voy a cantar todas las canciones que han sido éxitos, las que no han sido éxitos, las que también me gustan y la gente siquiera sabe que las he cantado, y las que la gente pida y yo me acuerde", matizó el artista.

Dyango explicó que tiene 52 discos grabados "y es difícil acordarse de todas las canciones que uno ha hecho", pero que aún así, intentará complacer al público.

El concierto del cantante español, de 74 años, será en el Teatro Nacional "Rubén Darío", en Managua, y, entre otros, es para celebrar el 80 aniversario de la Cruz Roja Nicaragüense y el 45 aniversario del Teatro Nacional "Rubén Darío", de acuerdo con los organizadores.

El precio de las entradas al concierto de Dyango oscila entre los 35 dólares y los 75 dólares.
En sus actuaciones, los temas del último disco de Dyango, titulado "El cantante", alternarán con los grandes éxitos de su carrera.

jueves, octubre 16, 2014

MAGICO GONZALEZ, EL BOHEMIO



De la revista EL CAÑO de Argentina
15:22
                            El Mágico González, nacido en El Salvador, Jorge González fue un jugador que podría haber llegado a los más alto del estrellato, pero en cambio eligió vivir a su manera y ser feliz.
“No me gusta tomarme el fútbol como un trabajo. Si lo hiciera no sería yo. Sólo juego por divertirme”. Jorge González podría haber sido uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Todos aquellos que alguna vez compartieron cancha con él coinciden en que hubo pocos jugadores -o quizás ninguno- con su talento y capacidad técnica. Tenía todo para ser una leyenda mundial, menos una cosa: ambición. El Mágico quería jugar a la pelota pero no quería entrenarse, quería hacer goles los domingos pero además salir a bailar los sábados, quería gambetear pero también quería dormir hasta tarde. Quería jugar pero no quería ser parte del circo del profesionalismo. Era un bohemio, era un fenómeno.
“Reconozco que no soy un santo, que me gusta la noche y que las ganas de juerga no me las quita ni mi madre. Sé que soy un irresponsable y un mal profesional, y puede que esté desaprovechando la oportunidad de mi vida”. González no fue un futbolista normal. No fue el típico muchacho que dejó todo para llegar a primera, que hizo sacrificios indescriptibles por cumplir su sueño, que “trabajó” para llegar a lo más alto. Él no necesitó nada de eso, pudo continuar con su vida normal y al mismo tiempo brillar en las canchas de Europa. Era tan grande su talento que le perdonaban sus salidas, sus ausencias y su indisciplina porque sabían que dentro del campo de juego era capaz de todo.
Onésimo Sánchez jugó, entre otros, al lado de Ronald Koeman, Michael Laudrup, Josep Guardiola, José María Bakero, Robert Prosinecki, Eusebio Sacristán y Bebeto, sin embargo, no duda en afirmar que el mejor futbolista con el que compartió equipo fue Jorge González. “El Mágico era un jugador diferente desde que entraba al vestuario hasta que salía a la cancha. Por todo, pero más que nada cuando tenía la pelota en su poder. Es algo que yo no he vuelto a ver jamás. Su nivel técnico y físico eran de otro planeta”. Es sólo un ejemplo, porque muchos de quienes fueron sus compañeros piensan en la misma dirección. La frase “si jugara hoy valdría lo mismo que Messi o Cristiano Ronaldo” se escucha en cada testimonio.
El Mágico era hábil, veloz, inteligente y fuerte. Podía quebrar la cintura en una baldosa y también meter un pase-gol justo. Era flaquito, casi insignificante desde su presencia física, pero volaba y cuando tenía que chocar lo hacía sin miedo y con una fuerza inexplicable. Tenía todo, adentro de la cancha era igual de crack que otros nombres mucho más glamorosos. Pero su corazón centroamericano y su poca voluntad para crecer en un fútbol super profesional no le permitieron llegar adonde su talento merecía. Pese a esto, nunca se arrepintió, porque fue feliz. Tan simple como eso.
“Si el entrenamiento era a las diez, él venía a las once, si era a las once, venía a las doce. Yo le regalé un despertador gigante del Pato Donald pero no sirvió para nada. Entonces, un día llamé a una orquesta de flamenco. Fui a la puerta del cuarto con todos los músicos, que empezaron a cantar: Ay Mágico, ven a entrenar, te estamos esperando. Al ratito, él abre la puerta despacito y dice: Me levanto porque me gusta la música”. Héctor Veira tuvo la fortuna de entrenar al Mágico en el Cádiz de la temporada 90-91 y siempre elogia sus enormes capacidades técnicas, aunque también lo califica como un “vago hermoso”.
“No me gusta tomarme el fútbol como un trabajo. Si lo hiciera no sería yo. Sólo juego por divertirme”.
El entrenador que más tuvo que lidiar con González fue David Vidal, quien lo llevó a Cádiz después de la Copa del Mundo de España 1982, en la que El Salvador perdió los tres partidos. “Fumaba y bebía, pero yo no me metía en su vida. Era un infeliz, un incauto, pero también una buena persona, nunca alzaba la voz. Lo que pasa es que de 30 días que tenía el mes se entrenaba 15. De repente, se pasaba ocho días sin pasarse por los entrenamientos. Cuando llegaba, le preguntaba dónde se había metido. Me decía que había tenido muchas cosas que hacer y que no podía entrenarse”. Cuando uno ve entrevistas al Mágico se puede apreciar esa picardía. Siempre que lo acusan por su falta de disciplina, él sonríe y desmiente todo. Son excusas inocentes, que hacen aún más entrañable a su figura.
Cádiz es una de las ciudades más alegres de España. Ubicada en el extremo sur del país, más cerca de África que de Barcelona, es reconocida por su carnaval y por su música. El flamenco inunda las calles de este pueblo andaluz que tiene en el Mágico González a uno de sus hijos adoptivos predilectos. Es que este salvadoreño fiestero encontró en Cádiz un sitio ideal para desplegar su fútbol. Allí se sintió cómodo y, aunque sufrió al comienzo y tardó en adaptarse, encontró un contexto mucho más benévolo que en cualquier otra ciudad europea. De hecho, nunca quiso irse y hasta jugó mal a próposito en una prueba para no ser vendido a Atalanta de Italia. “Elegí Cádiz por mi forma de pensar, por mi filosofía. Era un club pequeño pero grande para todos los cadistas”.
Hizo su debut profesional a los 17 años en ANTEL, donde se ganó el apodo que lo acompañó el resto de su vida. En un partido frente a Deportivo Águila, tuvo una actuación consagratoria y el comentarista Rosalío Hernández Colorado lo bautizó como El mago. Luego jugó un año en Independiente Nacional y en 1977 llegó a FAS, donde ganó sus primeros títulos. Allí estuvo hasta el Mundial 82. Cuando lo vieron en España ya era un verdadero ídolo en su país, por eso a nadie le sorprendió que lo fichara un club europeo. Todos sabían que era un muchacho con algunos problemas de atención, pero su talento era demasiado grande como para ponerse a pensar en algo tan poco importante como la disciplina. Equipos como Atlético Madrid y PSG pusieron sus ojos en él, pero terminó en Cádiz porque un club más grande era “demasiado compromiso”.
“Fumaba lo normal, sólo cuando me tomaba alguna copa, un par de cigarrillos…” Nunca dejó sus vicios. O sus gustos, mejor dicho. Jamás ni siquiera lo intentó. Él disfrutaba jugando pero también lo hacía en los boliches gaditanos. Muchas veces, el director técnico Vidal tenía que salir a buscarlo por las discotecas y él se escondía en la cabina del disk-jockey. “A la noche hay que respetarla, es un asunto serio. Hay que saber andar en la noche. Es un arte”. Se llegó a decir que González había contratado a una persona especialmente para que lo despertara, cuando sus llegadas tarde se convirtieron en un serio problema de convivencia con entrenadores y dirigentes.
En 1984, Barcelona se interesó en su fichaje, entonces decidió realizar una gira por Estados Unidos para que el Mágico tomara contacto con el equipo y se conociera sus compañeros, entre los que estaba Diego Maradona. Se dice que el club catalán decidió no contratarlo porque una mañana comenzó a sonar la alarma de incendios del hotel de California y el único futbolista que se quedó en su cuarto fue el salvadoreño, que para colmo no estaba sólo sino en compañía de una señorita. En cambios, su propia versión  de los hechos dice que no terminó jugando en Camp Nou porque se fue César Luis Menotti.
Su indisciplina representó un problema para las figuras de autoridad de Cádiz desde el primer día. A ningún jugador le gusta mucho entrenarse, pero Jorge lo detestaba, era más fuerte que él. Nunca llegaba a tiempo a las prácticas y muchas veces ni siquiera iba. Por eso tuvo que pagar fortunas en multas y hasta en ocasiones la dirigencia lo sancionaba con partidos sin jugar, lo que provocaba grandes críticas entre los hinchas, que sólo iban al estadio Ramón de Carranza para verlo al Mágico. El malestar institucional del club gaditano alcanzó su pico en 1985, cuando decidió cederlo al Valladolid de Vicente Cantatore, donde sus problemas se profundizaron más. Allí sufrió demasiado, sus salidas nocturnas se hicieron más habituales y también comenzó a beber mucho más: “Fue un año en el que hice todo lo que no es debido”. Una temporada después regresó a su hogar y volvió a deslumbrar. Aunque nunca dejó la noche, por supuesto.
“A la noche hay que respetarla, es un asunto serio. Hay que saber andar en la noche. Es un arte”.
El Trofeo Ramón de Carranza es mucho más que un simple certamen amistoso de verano para Cádiz. Es la oportunidad de jugar contra rivales de envergadura y de presentar el equipo ante la hinchada. En 1984 enfrentó a Barcelona en el partido por el tercer puesto. González volvió a llegar tarde, pero esta vez no a un entrenamiento sino al partido, y el juego comenzó sin él. Por supuesto, el primer tiempo finalizó 3-0 en favor de los catalanes. Pero en la segunda parte ingresó el Mágico para marcar dos goles y dar dos asistencias. Aquel fue el mejor partido de su vida. La leyenda dice que llegó un poco pasado de copas, pero él lo desmintió tantas veces que hay que creerle.
Su carrera europea comenzó a terminarse en 1989, cuando debió enfrentar una denuncia por violación de una joven de 22 años llamada María del Carmen Coca. El Mágico fue a juicio y terminó absuelto, pero todo el proceso judicial se llevó buena parte de su alegría. En 1991 regresó a El Salvador y en su patria volvió a sentir alegría dentro de una cancha. Allí jugó hasta el año 2000, cuando se retiró jugando para la Selección nacional.
“Sé que soy un irresponsable y un mal profesional, y puede que esté desaprovechando la oportunidad de mi vida, pero así era yo… Era un dejado, era una cosa más fuerte que vos… Siempre llegaba de último, llegaba tarde. Quería ser disciplinado, pero no podía”. Jorge González fue feliz jugando al fútbol pero siempre vivió con la sensación de que podría haber llegado mucho más lejos de lo que llegó. Lo que sí está claro es que si hubiese sido responsable y profesional, hoy no sería Mágico.          

jueves, octubre 09, 2014

MODIANO GANA EL NOBEL DE LITERATURA 2014


El novelista francés Patrick Modiano obtuvo el Premio Nobel de Literatura “por el arte de la memoria con el que ha evocado los destinos humanos más inasibles y desvelado el mundo de la ocupación”, según anunció en Estocolmo la Academia Sueca este jueves 9 de octubre a la 1 de la tarde.

El secretario permanente de la Academia Sueca, Peter Englund, indicó ante la televisión pública SVT que la institución no logró contactar con el laureado antes del anuncio. Englund dijo del autor francés que es “alguien que ha escrito muchos libros que se hacen eco unos a otros”, y que hablan de “memoria, identidad y aspiraciones”.

Días atrás, el propio Modiano rechazaba con un gesto amable la mera hipótesis de su “candidatura” al Nobel, que finalmente ha ganado contra todo pronóstico.

Nacido en Boulogne-Billancourt el 30 de julio de 1945, Modiano sucede en el palmarés a la canadiense anglófona Alice Munro, y el próximo 10 de diciembre recibirá un premio en metálico de ocho millones de coronas suecas (878.000 euros, 1,1 millones de dólares) de manos del rey de Suecia, Carlos XVI Gustavo.
Autor de Dora Bruder y En el café de la juventud perdida, Modiano ha centrado toda su obra en el París de la Segunda Guerra Mundial, describiendo los acontecimientos de esta época a través de personajes corrientes. Ha sido ganador del Gran Premio de Novela de la Academia Francesa y del Premio Goncourt.

Modiano se ha convertido en el 11º novelista francés en obtener el Nobel de Literatura. El anterior fue Jean-Marie Gustave Le Clézio, en 2008.

Las obras de este escritor francés se caracterizan por estar ambientadas en la época de la ocupación alemana de Francia, durante la Segunda Guerra Mundial. Muy conocido en Francia, y menos conocido en el resto del mundo, varias de sus obras han sido llevadas al cine, como Lacombe Lucien.

Se trata del triunfo espectacular de una carrera consagrada esencialmente a reescribir algunas de las páginas más oscuras y siniestras de la historia de Francia. El padre de Patrick Modiano fue un personaje oscuro, muy relacionado con traficantes y policías que trabajaron e hicieron grandes negocios vendiendo de casi todo —mercancías o personas— al ejército de ocupación nazi. Toda la vida y la obra del escritor están marcadas por esa historia paterna.

La madre de Patrick Modiano fue una actriz que comenzó a hacer carrera durante la ocupación nazi y terminó separándose de su marido, para comenzar otras vidas, acompañada, finalmente, de Jean Cau, que había sido secretario personal de Jean Paul Sartre.

Las complejas relaciones de sus padres condenaron al joven Patrick Modiano a una vida de “exilio interior”, errante entre diversos internados, donde siempre fue pasablemente infeliz. La muerte prematura privó al futuro novelista del más íntimo de sus cómplices. Toda la obra de Modiano echa sus raíces en esos problemas íntimos. Y en la geografía parisina de tales catástrofes familiares.
El novelista ha viajado poco. Y toda su vida personal oscila entre dos o tres barrios parisinos. Sus novelas comienzan siempre con la búsqueda de lejanas “raíces” de oscuros personajes perdidos en la historia íntima de seres perdidos y descarriados.

Novela tras novela, Modiano ha escrito una suerte de “contra historia” de varios barrios parisinos, muy marcados por catástrofes históricas. El novelista se “pierde” corriendo tras las sombras de oscuros personajes cuyas ambigüedades hablan de las ambigüedades más atroces de personajes emblemáticos, protagonistas de siniestras historias bien históricas, durante la ocupación, durante la guerra de Argelia, durante las sucesivas crisis de una Francia errante por las oscuras aguas de una grave crisis de identidad.
Alice Munro, maestra del relato corto contemporáneo, fue el pasado año la escritora galardonada. Los anteriores ganadores del Premio Nobel de Literatura fueron Mo Yan (2012, China), Tomas Tranströmer (2011, Suecia), Mario Vargas Llosa (2010, Perú, España), Herta Müller (2009, Rumanía, Alemania), Jean-Marie Gustave Le Clézio (2008, Francia, Mauricio), y Doris Lessing (2007, Reino Unido).

La bielorrusa Svetlana Alexievich, el keniano Ngugi wa Thiongo y el japonés Haruki Murakami sonaban como los favoritos de los círculos literarios y los sitios web de apuestas. Entre los candidatos de lengua española los que más sonaban eran los novelistas españoles Javier Marías y Juan Goytisolo, ya citados en años anteriores.

Murakami sonaba como el preferido de los lectores y de muchos periodistas, “pero a sus obras les falta ese suplemento de profundidad que puede hacer de él un Nobel”, piensa Elise Karlsson, crítica del diario Svenska Dagbladet.

jueves, octubre 02, 2014

OBELISCOS






Se han dado diversas explicaciones sobre los motivos que los antiguos egipcios pudieron haber tenido para elevar estos misteriosos monolitos. El mayor de los que conocemos, erigido por el faraón Tutmosis III, alcanza la altura de un edificio actual de doce plantas.

Su nombre no nos dice gran cosa, pues obelisco es un término griego usado para referirse a un espetón o asador en diminutivo, de modo que en griego posee un sentido claramente irónico, pero nada explicativo. Losegipcios los llamaban ben-ben, sobre la raíz que significa “alzarse brillando”, lo que parece aludir al culto solar de Ra.

El primer obelisco que se conoce es el de Pepi I, que se levantó hace unos 4.500 años en Heliópolis, la ciudad del sol, capital religiosa del Imperio Antiguo. Esta relación con el sol condujo a una interpretación de los obeliscos, ahora desechada, según la cual habrían representado la petrificación de los rayos solares bajando al mundo.
Por el contrario, hoy se piensa más bien que estos monumentos estuvieron relacionados originalmente con el culto a las piedras alzadas, que en otras partes del mundo (la Europa megalítica, por ejemplo) se materializó en forma de menhires.
Hay algo sumamente curioso sobre esta relación: el lugar con mayor densidad de menhires se encuentra en Carnac, Francia, mientras que el de mayor densidad de obeliscos se halla en Karnak, Egipto. La obvia coincidencia entre ambos topónimos, que nunca ha sido explicada, resulta profundamente chocante y llamativa.
En este álbum presento a mis amigos una serie de estos célebres monumentos que a mí siempre me han intrigado, y que he contemplado en distintas partes del mundo. Conforme vaya encontrando más fotos, las iré publicando☼