domingo, agosto 31, 2008

EL FARAONCITO DE MENTOL

DESCUBREN ESTELA CON NOMBRE DE FARAON SALVADOREÑO EN LA GRAN PIRAMIDE DE KEOPS

2 años les tomó a ciento veintitrés egiptólocos y catorce piramidiotas para finalmente descubrir el nombre de un faraón de la Cuarta Dinastía, hijo debajo de agua del Faraón Keops, de nombre Alfredoser Camposis IV, quien pasó a los anales de la historia como "El Faraoncito de Mentol", quien tiene mucho que ver con mi país El Salvador.



Como era medio "soviético", veía pirámides hasta en la comida

Dice Herodoto de Halicarnaso en sus Historias, que el "Faraoncito de Mentol" dio mucho quehacer a su papá Keops y su corte farónica y que, como era medio "soviético", veía pirámides hasta en la comida y que, en un momento de desespere, el jefe le mandó a construir la gran Pirámide para que dejara de joder, pero ni así se compuso.

Cuenta el griego que hacía las siguientes travesuras:

Encachimbaba a su primo Tutancamón llamándolo Tutancabrón; sacaba de onda a su tía Cleopatra, porque le decía tía Cleoputra; hacía rabiar a la princesa Nefertiti, pues la apodaba Neferpipi. En las fiestas diplomáticas de los faraones vaciaba las vacijas de cerveza y las llenaba con meados de camello (esto dio lugar a un conato de guerra contra los asirios).





Alfredoser Camposis IV, "El Faraoncito de Mentol" tenía la boca tan grande que tenía amenazada a la sociedad egipcia antigua con tragarse la Gran Pirámide si no se hacía lo que él quería.


Era tan gigantesco y fuerte que levantaba en vilo la Pirámide de millones de toneladas de peso, como si fuera un llaverito común y corriente, y amenazaba con hacerla añicos si no le venía a rascar la espalda la princesa Nefertiti.



Era tan, pero tan huevón que mientras el resto de miembros de la sociedad egipcia trabajaba duro, él se la pasaba descansando teniendo la Gran Pirámide como almohada.



Era tan problemático que el Gran Consejo Faraónico decidió mandarlo lejísimos, a El Salvador, para que ya no regresara por aquellos lugares hasta que se cumplieran las profecías de la Gran Pirámide, entre las que se contaba que tendría que regresar en tamaño chiquito en el año dos mil ocho DC, a darle un besito a la Gran Pirámide en señal del reencuentro.

En los papiros que se encontraron me di cuenta que el tipo era tan parecido a mí...!

Y al leer en el bloque de granito el nombre Fredy Campos, no dudé que la profecía se había cumplido...






jueves, agosto 28, 2008

UN ANGEL EN EL DESIERTO

HAMZA AHMED SHAKER

Cuando de viajar se trata yo hago toda una planificación tres meses antes del día de despegue. Normalmente lo hago a un país en donde hay algo que me interesa conocer, no viajo por viajar, eso no tiene ningún chiste. Compro un par de libros, que siempre incluyen el DK Eyewitness Travel, el guía de viajes para mí más respetado del mundo, compro un mapa de Michelin, estudio las carreteras, las calles y avenidas de las ciudades (nunca viajo en grupos, eso le resta aventura e independencia a mi periplo), mi mujer también estudia el mapa pues es mi copiloto obligado, compro boletos de sitios emblemáticos, reservo un carro para dos días después del arribo y reservo cuartos en hoteles baratos.

Aunque siempre llevamos en mente que vamos a conocer gente amable pues casi invariablemente los contactos humanos son con empleados de hotel, de restaurantes y, en todo caso, de lugares turísticos en donde trabajan gentes entrenadas precisamente para eso, para vender su amabilidad; nunca habíamos pensado en en la posibilidad de establecer alguna relación amistosa con nadie, hasta que llegamos a El Cairo.

De paso tengo que aclarar que en ningún lugar del mundo existen tantos mercachifles como en El Cairo. Los sitios históricos y emblemáticos en esta ciudad y sus alrededores están plagados de esta suerte de comerciantes, en cada uno de los cuales converge una mezcla de vendedores ambulantes, pordioseros y ladrones que no entienden el no como respuesta y se valen de todo tipo de artimañas para sacarte el pisto de la bolsa, y no te roban a lo descarado porque también hay un número igual de policías que ofrecen seguridad a los turistas, aunque a veces ellos también te piden unas chirilicas por tomarte una foto.

En un noventa y nueve por ciento son hombres desde sus veintes hasta sus cuarentas, se te presentan en todos los colores, están los que te ofrecen baratijas en la forma de juegos de pirámides, camellitos de madera, gorras y todo tipo de parafernalia, pasando por los que se te ofrecen para ser tus guías y darte un tour por el sitio con toda la historia milenaria de los lugares, hasta llegar a los dueños de taxis, camellos y coches jalados por caballos, los hay que tienen sus negocios fijos.

En todos los casos tienen un modus operandi muy similar: nunca te hablan de precios en el primer contacto, si les preguntas te dicen "No problem with the money" y al final te quieren sacar los ojos y se te encachimban si les regateas muy bajo.

Pues volviendo a mi historia, después de descansar un par de horas en el hotel en Giza, que para suerte está a unos cinco kilómetros de las Pirámides, le pedimos a un empleado que nos consiguiera un taxi para que nos llevara al célebre lugar, tuvimos la dicha celestial de conocer a un ser distinto: HAMZA AHMED SHAKER.



Hamza muestra con orgullo su atuendo árabe, a este gabán le llaman galabella.

Hamza es un bicho de 25 años, cumplidos el día previo a nuestro regreso, con un nivel de educación arriba del promedio de sus colegas, es profesor de inglés en una unidersidad de El Cairo, y en la temporada de vacaciones le ayuda a su padre en la taxiada, muchacho con grandeza de espíritu, claridad de sentimientos y nobleza de corazón. Siempre anda una botella de agua en su carro para beber él y otra para darles a extraños.



La madre, las dos hermanas y sus sobrinas posan con Amalia en la sala de su casa donde minutos antes habíamos degustado una deliciosa cena a la egipcia.

Casi desde el momento en el que hicimos contacto tuvimos una magífica concordancia de genios y acordamos que él nos conduciría en todo el viaje; al día siguiente ya nos estaba viendo como sus amigos y, para el tercer día, como sus familias.

Es interesante cómo pudimos establecer este vínculo estrecho de amistad cuando estábamos dos culturas completamente distintas; como la mayoría de árabes, Hamza es un musulmán rigurosamente practicante, por cierto que en dos meses se va a casar con su novia de tres años, a quien ni siquiera le conoce el pelo,  mucho menos ha besado.





Una suculenta cena con los anfitriones más espectaculares del mundo.

Pronto Hamza pasó de taxista, a ser nuestro traductor, guía turístico y hasta protector pues se peleaba con otros comerciantes para que nos hicieran buenos precios; nos entretuvo en un Mameluk (el equivalente en el Nilo a las góndolas de Venecia) al darnos un show del baile propio de Egipto; incluso nos pagó las entradas a una cena buffette sobre el río Nilo en el crucero Menphis, que incluía un show de belly dancers, deferencia que, por supuesto, le reembolsamos, muy a su pesar.

El día jueves Hamza nos invitó a cenar en su casa, nos presentó a sus padres y hermanas quienes nos eperaban con gran alegría sabedores que éramos los clientes "buenos" de quienes él les había hablado.

Esta gran oportunidad de compartir con una familia musulmana en un país árabe fue única en su género, tuvimos un acercamiento con sus costumbres familiares y sus actitudes frente a extraños. La comida la sirvieron en el piso de su sala, las mujeres vestían su atuendo típico que cubría todas partes de su cuerpo excepto su cara, manos y pies, nunca entraron a la sala mientras estuvimos cenando aunque llevaban la comida hasta la puerta a donde la iba a recoger Hamza o su papá, a mí me bautizaron con el nombre de
Mohammed y a mi mujer con el Nefert.


El padre de Hamza nos da una lección del arte de fumar la Shisha egipcia.

El meú incluía pato asado, que despenicó el papá de Hamza con la mano frente a nosostros como muestra de amabilidad (aunque a mi mujer y a mí no nos pareció mucho, allí fuimos muy agradecidos por su deferencia), arroz, ensalada y el tipo de pan propio del lugar. Luego el papá nos dio una lección sobre cómo se fuma la muy egipcia Shisha y al despedirnos nos pidieron que les aseguráramos que regresaríamos a su casa en el futuro.

La noche previa a nuestro regreso a casa invitamos a Hamza a cenar en el restaurante más emblemático de Giza, el del hotel Mena House, enfrente de la Gran Pirámide, aunque dijo estar triste, pasamos una velada agradable, era su cumpleaños y, aunque muy en contra de la Ley del Corán, nosostros se lo celebramos.


Hamza no oculta su tristeza en la noche de nuestra última cena en la Mena House en Giza. Un gran ser humano que dejamos en Egipto, tan grande como las pairámides.

Cuando la madrugada siguiente, Hamza nos llevó al aeropuerto para regresar a Estados Unidos, nos recordó que le habíamos hecho a su familia la promesa de regresar a verlos y le aseguramos que regresaríamos en tres años esta vez por tres razones: primero, para ver las Pirámides, segundo, para ver la apertura del Gran Museo de El Cairo que en estos días se construye en la meseta al lado de las pirámides y su inauguración está programada para el 2011, y tercero, para conocer a nuestros nietos...

Un brillo en los ojos de todos nos habló de un gran afecto, le dimos un caluroso abrazo y nos despedimos contentos de haber construído una gran amistad sobre bases de granito, construída en Egipto, como las pirámides.



Hamza y el dueño de la barcaza que los egipcios llaman Mamelluck, nos deleitan la tarde con su danza de Belly Dancing masculino, como siempre de bayuncos los salvadoreños, mi mujer y yo entramos a payasear un rato.

martes, agosto 26, 2008

¿QUE YO MANEJE EN EGIPTO?

¡NO, MUCHAS GRACIAS...!

Yo siempre dije que quien maneja en El Salvador, maneja en cualquier parte del mundo...Está claro que nunca había estado en Egipto.

Es cierto, en El Salvador tenés que manejar a la defensiva, vale verga el semáforo en rojo, te metés en contrasentido, te echás la curva de la herradura en el Puerto a cien por hora; si te subís en un bus para San Miguel tenés que encomendar tu alma al Creador, te acabás los amortiguadores en el vergazal de baches a cual más hermoso, y todo lo que querás, pero yo manejo de lo lindo en mi país, un camanance por aquí, una puteada por allá, pero nunca me ha pasado un accidente mayor.

He conducido con los tráficos cabrones de Nueva York, Los Angeles o Chicago en Estados Unidos, en el tráfico loco de Nápoles, Italia, con timón a la derecha y en el carril izquierdo en Inglaterra y Australia, y después de un par de horas de ajuste, allá voy tranquilo, pero Egipto...

Aquí vale verga el mundo y los que lo van cargando en términos motorísticos, no hay señales de tráfico, con eso lo digo todo...un botón de muestra con este video:



Cruzando el Midam Tahrir, el centro "europeizado" de El Cairo.

lunes, agosto 25, 2008

LA ESFINGE, EL GUARDIAN DEL DESIERTO

-¿Cómo llaman los árabes a la Esfinge?
-Abu al-Hol.
-¿Qué quiere decir?
-El Padre del terror.
-¿Y qué edad tiene?
-Nadie lo sabe, es tan antigua, que presenció la niñez del mundo...


En realidad, al ver detenidamente este monumento, lo menos que causa es terror, para más joder cuando pájaros negros se posan en su cara su imágen se vuelve aún más pavorosa. Sin embargo estamos frente al más grande modelo de escultura colosal antigua.


Los hombres que construyeron esta obra quisieron eternizarla y eternizarse y lo lograron. La Esfinge aún conserva intacta su majestuosidad capturada de manera impecable por sus constructores; las reconstrucciones computarizadas hacen ver una cara bella, aunque a los espíritus vergonzosamente endebles, como el mío, los espante.


Esta extraña criatura que reprenta simultáneamente la fuerza de un león, la inteligencia de un hombre y la espiritual serenidad de un dios, silenciosamente nos enseña la inescapable necesidad de auto control que tenemos los humanos, de pasar del estado animal, al cuasi divino, al cual solo llegan pocos iniciados: Cristo, Buda, Ghandi, para el caso...No estoy reinventando la rueda, esa es una lección elementalísima que se deduce de solo ver con algún detenimiento el apoteósico monumento.


Hay un elemento sobrenatural en este ser de piedra, algo divino que emana espiritualidad y saneamiento del alma. La majestuosa serenidad de la Esfinge me dijo que yo puedo perfectamente ser un faraón, un rey, no para gobernar sobre otros, sino un rey que ejerza un gobierno sobre mí mismo, una lucha titánica per se.

La Esfinge es un predicador de piedra dándonos un sermón a todos los que tengamos oídos para oír.



domingo, agosto 24, 2008

MUCHAS GRACIAS LA TERMINAL

NOBLEZA OBLIGA

Mis profundos agradecimientos a los redactores del Sitio de sitios para los blogueros salvadoreños LA TERMINAL, especialmente a su redactor estrella JC, quien me ha otorgado el honor de incorporar mis blogs EL GRAN NAVEGANTE y BEATLES POR SIEMPRE en su página principal acompañados de generosísimas palabras de presentación.

Aunque reconozco que algo pueden aportar a la cultura cibernética hispanoamericana, al menos esa es mi intención, el hecho de que mis obritas califiquen para codearse con los “big shots” del más prestigioso compilador de blogs salvadoreños, es un honor que va más allá de mis expectativas.

Sin el menor asomo de falsa modestia te digo JC que aunque soy “El Ceniciento” de tu página, me considero El Ceniciento más privilegiado de la Red.

De nuevo muchas gracias por tu generosidad.

viernes, agosto 22, 2008

EN EL INTERIOR DE LA GRAN PIRAMIDE

UN VIAJE A LAS ENTRAÑAS DEL MISTERIO

I. LA APROXIMACION

Luego de hacer los pagos correspondientes para entrar a la inmensa plataforma que contiene los edificios más elogiado del planeta (se paga un cargo extra de cincuenta libras egipcias si quieres entrar a la gran pirámide de Keops, y veinticinco, si a la de Kefrén, a la de Mizerinos definitivamente no hay ingreso), pasamos por unas entradas con controles electrónicos de seguridad, y al fin ponemos pie en la plataforma que guía a las gigantescas construcciones.


Cuarenta y cinco años he esperado este momento, estoy a unas dos cuadras de la Gran Pirámide, que es la que domina la meseta y, la verdad, me siento aterrado ante tanta grandeza. Conforme me voy acercando pienso en que me estoy uniendo al ejército de seres humanos que por cuatro mil quinientos años se han quedado helados en sobrecogimiento ante tan colosal estructura. Pensé con acierto que mi mente era demasiado pequeña como para que cupiera esa maravilla.

Un pensamiento se singulariza en mi mente: se sabe que el Jesucristo histórico, el de carne y hueso, visitó y vivió un tiempo en Egipto (En lo que hoy se conoce como el Antiguo Cairo), no lo culparía si al ver estas moles hubiera dudado que era hijo de Dios, pues ni él mismo pudo haberse explicado el cómo, el cuándo y el por qué de estos monumetos queno fueron pensados para su Padre Celestial...


Fijo la mirada en esos triángulos que encierran la más antigua pieza arquitectónica que el mundo conoce hasta nuestros días, en esos enormes bloques de piedra que corren de la base en disminución hasta el vértice, y me doy cuenta que su perfecta simplicidad, su falta de ornamentación, su carencia de curvas y su lamentable deterioro que se evidencia desde esta distancia, no le quitan ni un ápice la masiva grandeza de su creación.

Estoy a minutos de entrar en el misterioso edificio y, aunque el calor es casi insoportable, de pronto un escalofrío recorre mi columna vertebral, estoy a medio metro del edificio más admirado del mundo y voy a cumplir un sueño de vida.

II. EL PRIMER BESO

Mi mujer me acompaña, antes de subir las escalinatas que guían a la entrada, le doy un beso al primer bloque de piedra que encuentro, lo hago en el nombre de mi madre que siempre tuvo devoción por las pirámides, y sigo mi marcha.


La Gran Pirámide tiene dos entradas, una que se encuentra en la quinta hilera de piedras, mandada construir por el Kalifa Memmon en el siglo IX ante de Cristo; la otra, la original, se halla unas líneas arriba, quise ir hasta esa entrada, pero los policías de seguridad me pitaron y me gritaron desde la base, que era prohibido pasar más allá, y bajé para entrar por la puerta de acceso al público.

III. ¡PARA ADENTRO!

Personal de seguridad me pide que deje las cámaras en la entrada pues es prohibido tomar fotos en el interior de la pirámide. Quién sabe qué ridícula razón les hace creer que un par de flashazos van a botar las piedras, de todas maneras les dejé mis cámaras y seguí mi camino, en compañía de mi mujer, por la titánica estructura.

Los primeros diez pasos no le enseñaron nada agradable a mis ojos, para ser absolutamente francos, aquellas rocas disparejas sobre tu cabeza provocan un inexplicable terror, al menos en mí, que no había tenido un sueño reparador por dos días mal durmiendo en avión, por eso, tanto mi mente como mi espíritu estaban bien apachurrados.


Luego de caminar erguido una distancia de unos veinte metros, nos topamos con el primer pasillo ascendente, aquí hay que avanzar agachado. A pesar que es fresco dentro de la pirámide, yo he empezado a sudar copiosamente, adelante no se ve nada, llevo una pequeña lámpara que alumbra justo una distancia suficiente para dar el siguiente paso; mi mujer parece estar más en control mental que yo, que a estas alturas ya pienso seriamente en salir huyendo, pero no lo voy a hacer.

IV. ¡DIOS MIO, LA GRAN GALERIA!

Aquel pasillo parece interminable, estamos caminando acurrucados en un plano inclinado, hasta que llegamos a un descanso en el que finalmente nos podemos parar.
Frente a nosostros hay otro pasillo estrecho en la parte baja que está protegido con una puerta metálica cerrada con candado, pongo claros mis pensamientos y advierto que ese pasillo es el que conduce a la llamada Cámara de la Reina.

Al levantar la mirada me doy cuanta que estoy viviendo en una subrealidad, casi como encanto frente a mí se posa la Gran Galería, esta maravilla de la arquitectura funeraria antigua no es ni la sombra de lo que había visto cientos de veces en fotos y videos.

Yo hacía la Gran Galería en plano horizontal, pero no, está en plano inclinado. Su grandiosidad es infinita, para subir y continuar el camino hay que escalar unas gradas metálicas puestas exprofesso para el efecto, aunque todavía en la roca de granito se encuentran los agujeros hechos por los constructores originales para alcanzar su suelo.

Aquí ya se puede caminar erguido, tiene una altura aproximada de ocho y medio metros.
Se dice que los bloques de piedra perfectamente cortados y superpuestos en esta parte de la construcción, pesan entre setenta y ochenta toneladas. Sigo cansadísimo y sudoroso, tenemos que caminar otros cuarenta y ocho metros en plano de inclinación ascendente. Mi mujer va con un gran espíritu y emoción, ya falta poco para alcanzar el último paso estrecho para llegar a la cámara del rey.

V. UN ENSAYO DE MI PROPIA MUERTE

Este es el lugar más extraño que he recorrido, voy para arriba y pienso que estoy en una especie de "de javu", en mi mente hay una mezcla de familiaridad, terror, atracción, y deseo de huir y de quedarme al mismo tiempo.

Algo me dice que esto es un adelanto de mi paso hacia mi propia muerte.


VI. LA CAMARA DEL REY

Al fin estamos en la parte más alta de la Gran galería, a segundos de la antecámara de granito que hace entrar en posición humillante al objetivo final, entramos casi a gatas en la Cámara del Rey, en la entraña de la gran pirámide, en el lugar más misterioso del universo...


Estamos en el templo funerario más admirado del planeta. Aquí reina el más absoluto silencio, unas candelas de neón con luz tenue colocadas en la parte más alta del techo, hacen ver más espectral el respetado lugar; un eco jamás percibido por mis oídos se escucha cuando se habla, pareciera que la voz se multiplica por cien.

Por años pasé soñando con acostarme en el sarcófago de Keops, si algún día llegaba a estar aquí, cuando me acerqué al pavoroso artefacto pensé para mi coleto: "¡La vieja! Que me perdone don Keops, pero yo no me zampo en esa mierda ni que estuviera loco de remate...!"


VII. EL DESCENSO

Después de ver y recontra ver el lugar, contar con pasos las medidas de largo y ancho, examinar los pequeños túneles de los lados que dicen conectan al faraón con Horus y Osiris (en uno de ellos hay instalado un ventilador), decido que nos vayamos y mi mujer me riñe un poco argumentando que he pasado cuarenta y cinco años jodiendo que quería estar aquí y solo hemos estado quince minutos y ya me quiero ir, a lo que le replico que tiene razón pero hasta donde da mi entendimiento aquí no hay nada más que ver, echamos la última mirada al sarcófago e iniciamos el camino de regreso.


Algo cambió en mí desde que visité los interiores de la Gran Pirámide, algo que no puedo explicar y que de todas maneras...nadie está loco por saber.


jueves, agosto 21, 2008

FRENTE A LA GRAN PIRAMIDE DE KEOPS

Unos días antes de mi viaje a Egipto, me comentaba una amiga que ya conocía la Gran Piráimide de Keops: "Después que hayas visto la Gran pirámide, ya nada te parecerá grande", esa mujer tenía absoluta razón.

La pirámide de Keops es la síntesis de la grandeza, no solamente en el aspecto físico que ya todos conocemos, sino de la grandeza arquitectónica, artística, científica, astronómica, mística, humana y filosófica.

Se necesita estar frente a esta maravillosa obra para reconocer lo ínfimo que somos como indivíduos, y los grandes logros que se realizan si se trabaja colectivamente, con determinación y con un objetivo realmente colosal.


domingo, agosto 17, 2008

EGIPTO, LA LLEGADA

4 de agosto, doce y media de la noche, hora de El Cairo, el viaje ha sido extenuante, practicamente nos ha tomado tres días el llegar, y aunque las escalas por Nueva York y Londres han sido un paliativo, a la naturaleza no se le puede hacer truco: estamos casi muertos de cansancio. Las cosas se vuelven aún más tensas cuando al ir a las fajas de maletas, nos topamos con que las nuestras no llegaron a destino.



Estatuda de Ramsés II en Heliópolis

Puttta! En un vuelo del Boeing 747, con más de trescientos pasajeros, hubo dos pendejos a quienes no les llegaron las maletas y esos teníamos que ser nosotros!!!!

Luego de pasar por la ventanilla de Migración y declarar las maletas atrasadas, viene el otro clavo: conseguir transporte al hotel a esa hora. Por suerte conseguí habitación para esa noche, más bien madrugada, en un hotel cercano al aeropuerto. Con la ayuda de un empleado conseguimos el "shuttle" del hotel y en cinco minutos estamos chequeando entrada, son casi las dos de la mañana y caemos como fardos en la cama. Yo tengo en mente las tres pirámides.




Las Prámides en la distancia, camino a Giza.

Nos levantamos relativamente temprano y nos damos un desayuno de faraón en uno de los restaurantes del Hotel Novópolis, un lugar muy decente. Luego de chequear salida, al camino, al Hotel Gisa Pyramids Intercontinental, donde he hecho las reservaciones para quedarme el resto del viaje. La verdad no pude escoger un mejor lugar: a solo 5 kilómetros de las Pirámides, declarado de 5 estrellas por el gobierno egipcio, suites hasta de $750.00 por noche en época de auge turístico, pero, dado que el verano es tiempo bajo para turismo en el país, los precios son casi tan bajos como los de la pensión Barrundia allá en San Jacinto.


Y aún má cerca...

El aeropuerto de El Cairo está ubicado al Nor-Este de la ciudad, en una zona llamada Heliópolis, las pirámides están en Giza, en el otro extremo, a unos cuarenta kilómetros, el río Nilo de por medio. El taxista nos va orientando sobre cada sección y yo no hesito en tomar fotos de todo. Llegando a cierta parte se ven hombres armados por todos lados, el taxista me pide que no tome fotos pues estamos en las cercanías de la casa del presidenten Osni Mubarak.


La Gran Pirámide de Keops, nos dice "Hola cipotes, cómo están las cosas en El Salvador?"

Luego de pasar por el mítico río Nilo, se comienza a ver en la distancia las tres figuras geométricas más famosas del mundo, y yo también empiezo a hacer funcionar mi cámara como si mañana fueran a desaparecer, como si no hubieran estado allí por 4500 años, como si no van a estar allí por el resto del tiempo, porque...Todos le tienen miedo al tiempo , solo a las pirámides, el tiempo les tiene miedo.


La pirámide de Kefren, también nos dice "Bienvenidos al misterio bichos!"

Conforme nos acercamos al hotel, nos acercamos también a las pirámides y a estas alturas yo ya estoy sin respiración y mi cámara sin baterías.

jueves, agosto 14, 2008

TRES VIAJES EN UNO



Mi programado viaje a Egipto me dio la oportunidad de visitar dos ciudades mundiales en una improvisación de película: Nueva York y Londres.

La idea de viajar a El Cairo desde Nueva York fue más conveniente que viajar desde San Francisco ya que el precio del boleto de avión se redujo considerablemente, y a la Gran Manzana, mi mujer y yo viajamos gratis, porque nuestra hija es aeromoza de Jet Blue, la relativamente nueva línea aerea americana, que ha adquirido un éxito fenomenal por su política de dar a todos sus pasajeros un tratamiento de primera clase.

Así es que el viernes primero de agosto abordamos un vuelo nocturno desde Oakland, Califas, a NY, a donde arribamos por la mañana del sábado y la pasamos súper bien con Ramón e Imelda (hermana de mi mujer), quienes viven en esa ciudad cosmopolita.

Por la noche al aeropuerto JFK, el itinerario para El Cairo incluiría una escala en Londres, Inglaterra, a donde llegaríamos a las nueve del domingo 3 de agosto, y esperaríamos 8 horas, por tanto decidimos ir a echar un vistazo a la gran capital inglesa.

Como los salvadoreños no necesitamos visa para entrar en el Reino Unido y Londres me es muy familiar pues he estado aquí varias veces, del aeropuerto Heathrow tomamos la "Picadilly Circus Line" del tren subterránero o "underground", como le llaman los londineneses, y en cuarenta y cinco minutos ya estábamos disfrutando de una de las ciudades más finas, exquisitas y hermosas del mundo.

Aproveché para tomarme un par de fotos en la Abadía de Westminster, en donde por alguna razón siempre me había perdido de traerme recuerdos en instantáneas.

ANOTHER RAINY DAY IN NEW YORK CITY


Siempre había querido dar ese título de la clásica canción del grupo Chicago, a una entrada en mi blog y nunca se me había dado, ya que nunca estaba lloviendo cuando había venido a la Babel de Hierro, hoy se me dio.


Un brunch a la salvadoreña en el restaurante Bahía de Brooklin es siempre indispensable cuando visitamos esta ciudad (al fondo, un parroquiando le entra despiadadamente a una pobre pupusita...snif...)

Chubasco a la entrada del Restaurante Bahía, luego de tomar esta foto, corrí al restaurante y llegué empapado a ordenar mi comida salvadoreña que no iba a probar en los próximos 10 días.

LONDON BRIDGE IS FALLING DOWN, FALLING DOWN, FALLING DOWN



Aunque este no es el London Bridge, sino el Westminster Bridge sobre el Támesis, qué importa, ambos están en Londres, al fondo, el Palacio de Westminster, y la célebre Torre del Big Ben.


¡Al fin una foto frente a la Abadía de Westminster en Londres!

Mi mujer disfruta del suave Underground Picadilly Circus, en Londres al aeropuerto Heathrow después de una supersónica incursión por la flemática capital inglesa.

viernes, agosto 01, 2008

MUSICA ETERNAMENTE BELLA

Conforme paso más horas de vuelo metido de patitas en el internet me voy haciendo más ducho en sus redes. No me tengo suficiente confianza todavía, aún me duele el alma cuando recuerdo que maté a sangre fría mi primer blog de un año y medio de existencia, por un error que siempre maldigo.

Pero bien lo dice el refrán: "Echando a perder se aprende", hoy soy muy cuidadoso en los pasos que doy en mis sitios y poco a poco voy adquiriendo las habilidades para aumentar la calidad de los sitios que he creado y que me divierten al mismo tiempo que me enseñan.

Tengo que admitir también que los servidores de Internet también van haciendo cada día más fácil el manejo de todas estas maravillas y si se pone un poquito de sentido común y un mínimo de inteligencia, además de una buena dosis de determinación, se puede llegar hasta donde uno quiera.

La cosa es que desde hace tiempo yo quería instalar música escogida por mí en mis blogs. La tarea me resultaba bastante difícil, la mayoría de veces me frustraba en mis intentos en las primeras de cambio y abandonaba a la mitad de la pelea, lo bueno es que no me olvidaba del asunto y volvía a arremeter. 

Ayer hice un nuevo intento y me encontré con FINETUNE ofreciendo el widget. En ese sitio se puede bajar toda la música que uno quiera con los títulos que uno quiera. Puse juntas las herramientas que me ofrecieron y logré recopilar las canciones que traen a mi espíritu la mar de felicidad. Ya he formado dos widgets, noventa obras maestras de la música popular que me han hecho placentera la carga de la vida..

Gracias Finetune.