miércoles, agosto 29, 2007

¿DONDE ESTARA MI NIÑA?

Sobre una nota que leí en el diario...

He juntado mis manos para decir perdóname,
he cerrado mis labios para solo escucharte,
han pasado los años y la alondra no vino
a brotar manantiales mientras la vida pasa.

Me pregunto en silencio cómo le estara yendo,
¿Abrirá sus ojitos y verá al Cristo vivo?
O volará distancias para estrujar a Dios...
Yo no sé ni lo entiendo cómo llego su muerte,
me debes esa historia, quiero que me la cuentes.

Cuando miro a los niños corriendo entre la gente
evoco su figura y pienso de repente
"esa figura exacta representa mi niña".

Me han contado que un día la estrujaste en tus brazos,
que la amabas de sobra por los cuatro costados
y que no te importaba el paso de la nieve
cuando la acariciabas y besabas su pelo.

Pero vino la muerte y te robó la gloria
de besar a tu niña dormida en tu corpiño.
Pobre de ti quedaste desgarrada del alma
tu dolor fue sin nombre y continúa siendo
aunque una risa brote de tus labios de seda
teniendo otra niñita viviendo en tu morada.

Mientras tanto recuerda
que allá te está esperando despues del medio dia
de la mano de Dios alarga su tristeza
esperando con ansia la dicha del encuentro...

lunes, agosto 27, 2007

VICISITUDES DE UN VIAJE

Con toda la alegría, el glamur y la satisfacción que trae un viaje, en ocasiones te detienes y te preguntas "Y yo que estoy haciendo aquí?" Especialmente cuando te hallas en medio de ninguna parte, la noche empieza a caer, no hay una alma en los alrededores a quien poder recurrir y, a veces, aunque la haya, tienes el idioma como barrera infranqueable (esto fue el caso en Padua, Italia, en 2001, cuando metidos en un suburbio como a las doce de la noche, le preguntamos a un parroquiano cómo podíamos llegar al centro de la ciudad y nos tuvimos que guiar a puras señas. Menos mal que el italiano y el español son primos.)

Bueno, el caso es que en Australia no todo fue color de rosas, elaboro:

Caminando por la famosa calle Swanston en Melbourne, a mi mujer se le ocurre meterse a una tienda de souvenirs y yo, que soy muy poco para lugares pequeñitos y repletos de gente, decidí esperarla en la entrada; en eso dos niñas de colegio se me acercan y me preguntan si quiero contestar una encuesta que les habían dejado como tarea en la escuela sobre discriminacion etnica en Australia, a lo que después de la correspondiente aclaracion que yo solo soy un turista salvadoreño, y ellas no parecer inmutarse por ello, decidí responder las preguntas, por otra parte interesantes e ilustrativas, pasaron unos cinco o siete minutos en el evento.

Al terminar la famosa encuesta vuelvo la mirada para adentro de la tienda y mi mujer: campas (salvadoreñismo que significa que ya no estaba allí.) Voy adentro y neles. Busco en las tienditas de los lados y nada. Bueno, conjeturé que seguramente había ido al baño en algun negocio cercano y no me moví del sector aledaño a la tienda por unos cinco minutos. Cuando no apareció, me fui a la cajera de la tienda y le pregunté si había alguna sección adentro a la que tuviera acceso clientes y me dijo "no, esto es todo". A los 15 minutos me empezó a dar pánico.

"Puta, y si mi vieja cayo en manos de alguna red de traficantes de personas de las que abundan por el sur-este asiático? Para más joder ella carga en su cartera todos mis documentos de identificación y aquí estoy completamente indocumentado y en la quinta mierda. La vieja! Qué hago, ¿Me contacto con la poilicía y les echo el rollo?..."

Todo tipo de pensamientyos a cual mas fatal desfilaban por mi mente. La calle Swanston es quizás la más transitada por turistas y no turistas; en el edificio de enfrente hay un torneo de lucha libre desde el que grita un animador con un alto parlante, gente a mi alrededor ríe a carcajadas, otros hablan, una sirena se oye en la distancia, siento que todo el mundo me mira con sospecha, estoy perdiendo el control sobre mi estado mental. Quiero cubrir mis oídos con las manos y gritar: "chooooo hijos de la gran puuuutaaaa, donde está mi mujeeeeer!"

Cuando de pronto veo entre la multitud la cara tranquila de mi mujer acercandose a mi y diciendome con el mas fresco descaro "Donde tehabías metido? Te fui a buscar hasta la agencia de viajes..."

Por media hora no le dije ni una sola palabra.

jueves, agosto 16, 2007

LA CASA DE LA OPERA DE SYDNEY

¿Las velas de un barco? ¿Las alas de un pájaro? ¿Conchas hacia arriba? Todas estas imágenes se evocan cuando se ve este símbolo de Sydney en particular y Australia en general: La Casa de la Opera.

Venir a Sydney y no visitar este sitio es una enorme falta de respeto a la ciudad. Este ícono de granito brillante que se arquea hacia el cielo es un masivo podio construído en una pequeña península bañada por las aguas del puerto.



El edificio está diseñado para ser admirado desde cualquier ángulo, incluyendo desde arriba, casi como una escultura y, curiosamente, siempre que se le ve se le descubre algo nuevo.

Sydney adquirió este extraordinario edificio por decisión de las autoridades, a principio de los años cincuenta, de que la ciudad necesitaba un centro de Arte de Representación. En 1957 el arquitecto danés Jorn Utzon, nacido en 1918, ganó un concurso internacional de diseño del edificio con una visión como no otra: orgánica, escultural y profundamente evocativa. Perfecto para una ciudad dominada y determinada por una gran extensión de agua. Los jueces la eligieron con el comentario de que sería "uno de los edificios más grandes del mundo". Pero también fue una decisión controversial ya que la mayoría de especialistas opinaban que era un proyecto que "apenas podría construirse".



CONTROVERSIA Y CRISIS
La obra rompió muchas reglas, su construcción exigía que nuevas técnicas fueran desarrolladas a su inicio y no fue sorpresa que más tarde se convirtiera en controversia y drama. Incrementos en costos y demoras fueron razones para que Utzon fuera obligado a abandonar la obra y salir de Australia en 1966. Por un tiempo se pensó que todo quedaría como un edificio sin terminar, pero con algunos pequeños cambios, el proyecto fue retomado y finalizado en 1973. Ese mismo año fue abierta la Casa de la Opera con la notable ausencia de Utzon.

Aunque según expertos, tiene problemas de acústica en algunas obras maestras debido a su forma interior, los jueces que eligieron este proyecto estuvieron en lo correcto.


Hoy día La Casa de la Opera es considerada la octava maravilla del mundo y es imposible imaginar Sydney sin ella.

Huguito nos dio a mi mujer y a mí, un tour por el célebre lugar.

DATOS

Tiempo de construcción: de 1957 a 1973
Estilo arquitectónico: Expresionista-moderno
Materiales: granito, concreto y vidrio
Arquitecto: Jorn Utzon (Dinamarca)

Cosa curiosa: El arquitecto Utzon nunca visitó el edificio ya terminado.

miércoles, agosto 15, 2007

ULTIMO DIA EN AUSTRALIA

Siempre lo he dicho, la vida es una constante de despedidas. Este 14 de agosto nos tocó decirle adiós a la familia Sanabria que nos acogió en su seno de una manera por demás generosa y amable. Para mí fue una profunda alegría además haber visto a Huguito a quien conozco desde que era un mocoso y a quien no veía desde diciembre del 2002, que pasó por San Rafael cuando iba para El Salvador.

Momentos previos al abordaje, Loren y Huguito nos acompañan hasta el final.

El viaje fue compensador, hubo de todo: cultura, educación, interacción social, cansancio, aventura, exploración, emoción y alegría. Todos los ingredientes que hacen de un viaje una experiencia inolvidable.

La niña Pacita, una alma de oro, sale a despedirnos antes de abordar "La Verdolaga", el carro de Hugo.


Amalia posa por última vez frente al Boeing 747 que nos llevará a San Francisco en pocos minutos.

Quizás ya no regresaremos a Australia, quizás sí. Lo cierto es que a un lugar en donde se deja sembrada una semilla, siempre es buena idea regresar a regarla, a nutrir la amistad que ya ha quedado en ciernes.

Bueno, regresaremos después que ellos nos hayan visistado en California, si Dios quiere...

miércoles, agosto 08, 2007

DESDE EL MAR DE TASMANIA

Son aproximadamente lass once y cincuenta de la noche en el Hemisferio Sur, voy en un crucero, el "Spirit of Tasmania", un masivo buque mas lujoso que todos los hoteles juntos en El Salvador, obviamente voy para la isla de Tasmania en Australia. Estoy usando el servicio de internet proveido por el crucero (es mas lento que yo cuando voy a pagar una cuenta), tengo una sensacion de revolucion en todo mi cuerpo, las ganas de vomitar son inauditas, el movimiento de vaiven las provoca. No se si voy a llegar a dfestino sin echar un hermoso zopilote (como le decimos en El Salvador al hecho de vomitar.)

De todas formas, en medio de este pequeno holocausto fisico, me siento feliz de ir a una tierra remota, a la que ni en mis mas atrevidos suenos pense que iba a visitar. Mi objetivo: ver la tierra por encima hasta donde se deje ver antes de estar debajo de ella por toda la eternidad.

Ciao!